La historia interminable. Como en aquella famosa filmografía que cautivó los corazones de muchos en la década de los 80, el FC Barcelona Lassa vuelve a meterse en la final de la Copa del Rey tras no dar opción a su rival. En esta ocasión, un Balonmano Ciudad de Logroño La Rioja que fue de menos a más en la segunda semifinal de la Copa del Rey se ha convertido en la nueva víctima azulgrana.
Y es que una pobre primera parte en defensa de los logroñeses (17-10) puso el punto y final a un enfrentamiento que, apenas dos semanas atrás, había finalizado con tablas en el marcador en la Liga ASOBAL. Sin sorpresas, nuevamente, los de Xavi Pascual se enfrentarán en la tarde de mañana al Liberbank Ciudad Encantada de Cuenca en la que será su sexta final de Copa consecutiva.
Todos los datos de la segunda semifinal
Con su siete de gala y un Moller ‘enchufado’, los catalanes salieron a evitar otra sorpresa como la vivida días atrás. Pese al acierto de Sergey Hernández en la portería riojana, el tornado ofensivo de los barceloneses obligó a Miguel Ángel Velasco a pedir el tiempo muerto antes de los 15 primeros minutos (8-3).
Un parón táctico que nada cambiaría el guion del encuentro. Un nuevo parcial de 3-2 fijó los seis de ventaja a escasos diez minutos para el camino de vestuarios (11-5). Tras unos instantes de vacío en el marcador logroñés, Scott maquilló el electrónico a falta de cinco para el descanso (12-7). Pero un nuevo vendaval anotador catalán puso la diferencia en siete antes del pitido intermedio del colegiado (17-10).
Con el marcador más que favorable, los de Pacual bajaron la guardia. Tiempo en el que ingresaron los Moreira, Kukic e Ilic. Acertó Velasco con dichos cambios de altura. Pues, en los primeros cinco de reanudación, la ventaja de siete se vio disminuida a los cuatro (19-15). Había eliminatoria.
El FC Barcelona no daba cuartel. Al igual que los franjivinos en ataque. El juego se pausó y las defensas de ambos conjuntos no dieron opción a los respectivos arietes. De esta forma, la ventaja de cuatro llegó hasta los últimos diez minutos (24-20). Es entonces cuando la mala suerte de ha puesto de parte de los que monopolizan el balonmano español.
Los lanzamientos a la madera de los hombres de Velasco impidieron una emoción mayor en el Pitiu Rochel. Un tanto de Scott en los últimos instantes decretó el definitivo 28-24 a favor de los de siempre. No fue el día. Pero bien sabe este deporte que llegará el momento en que los ciudadanos tumben a los dioses.