El juego de la selección portuguesa no se caracteriza por ser uno brillante, nada tiene que ver con el de España, Alemania o Brasil. Es otro tipo de espectáculo, un fútbol más sufrido. Pueden acabar un partido goleando o bien ganando por la mínima. Pero también, pueden salir goleados o perdiendo por poco. Nunca sabes lo que te espera cuando te sientas a ver un partido de los lusos.

Un sistema claro

La formación de Santos a penas varía. Cambian los jugadores, pero no el sistema. El técnico apuesta siempre por un 4-4-2. En el que jugadores como Joao Mario o Bernardo Silva son fundamentales a la hora de hacer rodar la pelota. Si en algún momento del juego están desaparecidos el equipo lo nota. El balón circula más lento y tarda más en llegar arriba. Y como consecuencia hay menos peligro.

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Por otro lado están William Carvalho y João Moutinho, esenciales en la parte defensiva. El del Sporting es un experto en cortar y robar balones, cualidad que sabe usar muy bien el equipo para sorprender al rival e irse al contraataque. Los laterales suelen subir hasta el lateral del área rival para aumentar las posibilidades de peligro. Pero en ocasiones les perjudica, los rivales al verlos volcados en el ataque aprovechan las bandas para hacer daño.

Puntos claves

La defensa es uno de los puntos más débiles de la selección de Fernando Santos. En la Eurocopa hubo partidos donde con poco encajaron gol. Sobre todo, a balón parado. Rui Patricio salvó al equipo en muchas ocasiones, como en la final ante Francia donde fue determinante. El cancerbero tendrá trabajo durante el campeonato.

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Sin duda, la clave de todo este equipo será Cristiano Ronaldo. El astro portugués es el jugador más determinante. En cualquier momento puede hacer la diferencia y marcar el partido. Sus goles son esenciales y los serán en el Mundial. De él dependerá mucho el papel de Portugal en Rusia.

Junto a Cristiano estarán jugadores como Guedes o Quaresma, capaces de revolucionar el encuentro desde el banquillo o desde el inicio. O también el delantero centro del Milán André Silva, que se entiende a la perfección con el siete del Real Madrid. Tras varios años buscando un nueve, el ex portista parece ser el elegido.

Tocará esperar para ver si el mismo juego que les dio para ganar la Eurocopa en 2016, les puede hacer dar la sorpresa en el Mundial de Rusia. El entrenador y los jugadores son casi los mismos, veremos si los resultados también los serán.